El reciente campeón de Alava del peso pesado, Miguel Gabarri, vuelve a boxear ante su público el 22 de marzo en Vitoria-Gasteiz tras superar un rosario de lesiones

El boxeador Miguel Gabarri posa con sus guantes tras un entrenamiento en Gasteiz Sport (Foto, Iñaki Mendizabal).

Han sido tres años de lesiones que han encadenado dos intervenciones quirúrgicas en los huesos propios de la nariz y un problema en la rodilla. Tres años sin competir. El primer combate después de ese largo peregrinar por el desierto fue la final del Campeonato de Alava del peso pesado, hace un par de semanas, sin público y ante un boxeador fuerte, experto y veterano. El vitoriano Miguel Gabarri lo resolvió sin problemas. Su oponente precisó dos cuentas de protección. El veredicto dio vencedor a los puntos a Gabarri.

Volverá a subir al ring el sábado 22 de marzo en la velada que protagonizan sus compañeros Andoni Alonso en el peso ligero y Asier Molero en el crucero. Pero ver al vigente campeón de Alava del pesado también será un aliciente para la afición.

Cartel de la Velada del 22 de marzo en Judimendi (Vitoria-Gasteiz)

Gabarri se muestra ilusionado, aunque con una madurez y tranquilidad impropias de su edad. Acaba de cumplir 20 años. Fue a los 17 cuando empezó su calvario de lesiones. Un mal golpe en la nariz en un entrenamiento, la operación, una recaída, otra operación, la rodilla.

«Pero nunca he dejado de entrenar. he seguido viniendo al gimnasio todos los días. A hacer físico, saco, lo que el preparador me pedía», explica Miguel. Es un boxeador poderoso con esa juventud, 182 centímetros de altura y 89 kilos de peso. «Aún tengo que ajustar un poco más los kilos, debiera quedarme en el límite de los 81. Pero eso irá ocurriendo a medida que compita», detalla. Y parece que va a recuperar el tiempo perdido ya que participará en la la velada del 22 de marzo en Judimendi (Vitoria-Gasteiz), el próximo 5 de abril boxeará en La Casilla (Bilbao) en una gran velada en la que también peleará Molero, después Miranda de Ebro, Eibar, los Campeonatos de Euskadi, Mendizorrotza…

«Necesito combates» explica un deportista que empezó a entrenar en el pugilismo con 8 años y nunca lo ha dejado. «No admiro a ningún boxeador en particular. Mi ídolo es mi padre». El padre se llama Angel Gabarri, preparador de boxeradores que lleva décadas trabajando con José Luis Celaya en Gasteiz Sport.

Con las lesiones superadas y la ambición por boxear intacta, Miguel Gabarri es otro de los boxeadores alaveses que pisa fuerte en la lona y del que resulta difícil adivinar el límite.

Lo veremos en Judimendi el 22 de marzo y en La Casilla el 5 de abril.

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