Haritz López de Lacalle pelea por ser campeón de España de K1 en los 66,8 kilos el próximo 11 de abril en Txurdinaga

Haritz López de Lacalle llega en plena forma al combate por el cinturón K1 WAKO profesional en los 66,8 kilos, el próximo 11 de abril en el Polideportivo de Txurdinaga (Bilbao). Foto, Iñaki Mendizabal.

Haritz López de Lacalle (Astrabudua, 28 de diciembre de 1985) encara el próximo 11 de abril en el Polideportivo de Txurdinaga (Bilbao) el reto más importante de su trayectoria como luchador: el campeonato de España en K1 profesional de W.A.K.O. para el límite de los 66,8 kilos. Dice que está «con ganas de disputar este titulo, llevo algún tiempo esperándolo y por fin ha llegado mi momento. Estoy con muchas ganas».

Son 5 asaltos de 3 minutos los que separan al deportista erandiotarra del ansiado cinturón. Su rival es de Ponferrada, ha quedado campeón de España amateur de K1 los dós últimos años y se llama Marcelo González. «También ha ganado algún torneo importante más. Es un gran rival», señala un López de Lacalle que afirma que el combate será «una recompensa a 10 años de entrenamiento, mucho sacrificio, sudor, sangre y lagrimas».

En esa década el de Astrabudua ha sido varias veces campeón de Euskadi amateur, así como subcampeón de España y también campeón de España amateur. «He peleado en kick-boxing y en K1, en los últimos años estoy mas enfocado a esta modalidad. He sumado 23 combates como amateur, con 19 victorias. Además, también sumo 10 combates como neo-profesional, con nueve ganadas. Ya como profesional, tengo 5 combates, con 3 victorias», desgrana López de Lacalle. Eso suma la respetable cifra de 38 combates desde su debut en competición en 2007.

Cartel de la velada del 11 de abril en el Polideportivo de Txurdinaga en el que se programa el combate de Haritz López de Lacalle por el título.

Una gran oportunidad

Afirma que últimamente su vida se reduce al entrenamiento porque «se trata de una gran oportunidad que no puedo dejar escapar» y vaticina una verdadera batalla el 11 de abril: «A Marcelo, mi rival, también le gusta la guerra. Es un luchador muy duro al que respeto mucho y soy consciente de que no puedo descuidarme ni un momento con él».

Reconoce que ha realizado entrenamientos específicos para frenar a Marcelo y que en su horizonte se abre el proyecto de intentar el título europeo. «Pero, de momento, estamos absolutamente centrados en el 11 de abril. Poco a poco. Aunque espero ganar y para eso me estoy preparando muchísimo. Espero ganar, pero decir que voy a ganar si o si, es muy pretencioso. No es mi estilo».

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