La velada de boxeo de Ordizia en la cámara de Iñaki Mendizabal
|EL BOXEO OFRECE INSTANTES ÚNICOS, LA VELADA DE ORDIZIA (GIPUZKOA) NOS REGALÓ UN BUEN PUÑADO DE ELLOS. LA CÁMARA DE IÑAKI MENDIZABAL ESTABA ALLÍ PARA CAPTARLOS CON SU RIGUROSO BLANCO Y NEGRO
El cuerpo de un boxeador que parece que echa humo durante el combate y que revela el esfuerzo al que está siendo sometido; la soledad del púgil que busca concentración en el vestuario; el momento en el que el médico sutura un corte tras el combate sin que aparezcan gestos de dolor en el peleador; la constelación de gotas de agua, sudor y gloria que saltan en la milésima de segundo en la que impacta un crochet de izquierda; la bolsa de hielo que trata de paliar la inflamación de un párpado una vez terminada la pelea; el brazo del árbitro, musculosos y tatuado, que es más propio de un luchador; la belleza de la reina de las fiestas sobre el ring; la boxeadora que calienta ante el espejo; el rito imprescindible de la protección del boxeador con la vaselina impregnada con meticulosa paciencia por su preparador; los consejos reiterados del entrenador y su segundo en la esquina del ensogado con la intención de orientar y motivar al luchador durante un solo minuto; la mirada escrutadora del preparador al borde de la tarima que busca las ventajas de su pupilo y las debilidades del rival; el juego de imágenes que se produce con las cabezas de los jueces; la estampa del joven boxeador recortada en ese único espacio de luz en que se ha convertido el espejo del vestuario…
El boxeo nos regala en cada velada millones de momentos únicos que a menudo nos arrebata la atención obsesiva que prestamos a los combates.
La cámara de Iñaki Mendizabal los rescata para que podamos disfrutarlos con calma. Así fue la velada de boxeo en Ordizia (Gipuzkoa).