Mendoza muestra su poder en el ligero noqueando a Avetisian y Jon Fernández logra su octava victoria con sexto KO consecutivo en Mendizorroza
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ÉXITO DE PÚBLICO PARA UNA VELADA QUE PROGRAMÓ BUEN BOXEO Y EXCELENTE K1 EN VITORIA-GASTEIZ Y QUE DONARÁ PARTE DE LA RECAUDACIÓN A LA ASOCIACIÓN CONTRA EL CÁNCER
Alrededor de 1.500 personas en el vitoriano Polideportivo Mendizorroza el pasado sábado para disfrutar con sus ídolos locales: el luchador Sergio «Dinamita» Sánchez y el boxeador Nacho Mendoza. En el respaldo, otras figuras como el invicto boxeador vizcaíno Jon Fernández, que atrajo a un buen número de incondicionales, y el luchador Hamid Sariri.
Nacho Mendoza (32 años, ahora 41-12-2 , 25 KO) mostró su poder en el peso ligero desarbolando a Avetisian en 4 asaltos. El colombiano afincado desde hace más de una década en la capital alavesa cazó al georgiano en el abdomen en el segundo asalto. Avetisian, que salió al ring tirando manos y contragolpeando con peligro, recurrió a la experiencia. Sobrevivió al tercer round agarrándose y trabando Mendoza, lo que le costó un punto, pero no pudo pasar del cuarto episodio. En los tres asaltos precedentes ya había recibido dos cuantas y, cuando precisa la tercera, el árbitro paró el combate entre los aplausos del respetable y con el georgiano muy dañado. Decisión justa. Nacho estuvo rápido, dinámico y potente. De este modo se reivindicó y puso sobre el ring sus opciones en el ligero. «Se que en este peso puedo dar mucho. He planificado la nutrición de una manera distinta a como lo hacía hasta ahora y no he tenido ningún problema con la báscula. Ya estoy pensando en la próxima pelea», asegura Mendoza. Mendoza ha sido campeón de España del superligero en 2014 y con anterioridad campeón Intercontinental de la IBF, Transcontinental de la TBWA y FedeLatin de la WBA entre otros.
Cuando llegó su turno de subir a la tarima, Jon Férnández (20 años, ahora 8-0-0 , 6KO) fue acogido por una buena salva de aplausos. El de Etxebarri empieza a generar expectación con ese físico próximo al 1,80 de estatura y capaz de dar el límite de los 60 kilos, e incluso menos en los pesajes, y un boxeo muy técnico. Desde el tañido que anunciaba el primer round, el joven prospecto no ofreció opción a un Gachechiladze que bajaba mucho el centro de gravedad, y trató de golpear al cuerpo y lanzar peligrosos voleones de derecha. Fernández cada vez suma más ferocidad a la técnica, la precisión y la variedad de movimientos y series vistosas, que le eran ya conocidas. Implacable, aplicó sus puños sobre el georgiano con fiereza. El KOT se produjo en el segundo asalto, cuando Gachechiladze ya había necesitado dos cuentas. Fernández no conoce aún sus propios límites y se encuentra ya a punto para combatir por los títulos. «Me motiva mucho la posibilidad de traer un título a Etxebarri a La Casilla» manifiesta el joven boxeador vizcaíno a quien la dificultad de los rivales que le esperan supone «un motor para trabajar más duro y más concentrado».
En K1 profesional, el campeón de Europa en los 71 kilos, el vitoriano Sergio Sánchez (K2), ganó a los puntos al andaluz Adam Martín tras tres asaltos tensos en los que el local impuso su técnica ante un rival muy fuerte que nunca se lo puso fácil. «Dinamita» tiene un combate en China dentro de dos semanas y planifica disputar el Mundial a lo largo de este 2016. Sánchez pasó un buen cuarto de hora haciéndose fotos con sus incondicionales sobre el ring tras la velada. También en K1 profesional, límite de 80 kilos, el andaluz Rubén Lee sorprendió al bilbaíno de origen marroquí Hamid Sariri en el segundo asalto de un combate que estaba resultando igualado. Lee aplicó una combinación de pies y manos y derribó a su oponente, que se incorporó en el filo del fin de la cuenta, tras lo que el árbitro paró la pelea con objeciones por parte del rincón de Sariri.
Jon Núñez, Kevin Baldospino y Sebastián Portunato
En boxeo olímpico, el campeón de Euskadi del peso ligero, el getxoztarra Jon Núñez (Bunk3r), y el mirandés Kevin Baldospino (Boxing Club Miranda) ofrecieron uno de los combates de la noche. Excelente preparación física y dos conceptos diferentes de pugilismos sobre el ring. Núñez, con la izquierda por delante y buenos desplazamientos en busca de una oportunidad para su explosiva derecha, y Baldospino con una guardia alterna y preferencia por los intercambios largos en la media distancia. Ambos quisieron imponer su combate y ese choque fue un deleite para la afición. Ganó a los puntos un Baldospino que hizo valer sus más de 30 combates por solo 12 del de Getxo.
En el otro combate de boxeo olímpico cruzaron guantes en el límite de los 56 kilos Sebastián Portunato y el vallisoletano Mohamed Admen. El de Gasteiz Sport dominó los tiempos frente a un Admen ofensivo que siempre fue hacia adelante. Portunato fintó con clase y colocó sus manos para ganar a los puntos.
En K1 neoprofesional, el zurdo bilbaíno Mikel Sortino (JB Kombat School) fue superado a los puntos por el vitoriano Álex García (K2) en un pleito muy técnico. El mismo resultado consiguió el excelente luchador de Kuraia Laudio, Asier Ispizua, ante el batallador riojano José Luis Bailón, así como el malagueño Niko Gaffie frente al bravo luchador de Oion, Fernando Gandarias.
La velada incluyó también un combate de grappling femenino entre las vitorianas Lorena Maestro y Josy Adrianzenque concluyó con veredicto de nulo.
Tras el buen sabor de boca que dejó la velada, los organizadores valoran realizar otro de similares características en un recinto más grande de Vitoría-Gasteiz en octubre o noviembre. Parte de la recaudación de la velada del 16 de abriel en el Polideportivo Mendizorroza será donada a la Asociación Contra el Cáncer de Vitoria-Gasteiz.